En realidad el poder, o mandato general, como tal no debiera tener ese nombre pues por muy general que sea nunca habrá de cubrir todas las eventualidades que pudieren presentarse. Sin embargo se le denomina de esa manera como una forma de entender que "sirve para todo", o, diríamos " para casi todo". En el fondo es una enunciación pormenorizada de cada una de las facultades que el mandante confiere al mandatario. 
Un dato importante a considerar es que nunca un mandato debe entenderse que contiene más facultades que las que expresamente se han otorgado. Se otorga por escritura pública.